Sin motivación el aprendizaje es rutinario
Al comienza de mi etapa en este mundo del fútbol, haya por los años 90 era muy común escuchar a los profesores hablarnos del “síndrome de saturación deportiva”, cuya explicación era que los jóvenes abandonaban el deporte, justo en el momento donde ellos deberían rendir más y la causa la centralizaban en la mala relación con el entrenador.
Paso bastante tiempo desde entonces y si bien no existen en nuestro país estudios científicos al respecto, se fue aclarando un poco el panorama a través de los años gracias a estudios realizados en otros países y a la importancia que poco a poco se le va dando a la psicología del deporte.
En el fútbol, en nuestro país sería interesante para futuras investigaciones plantearse las siguientes preguntas ¿cuántos de los niños que comienzan en las divisiones inferiores llegan a primera división? ¿cuántos de los deportistas profesionales cuando abandonan el fútbol siguen jugándolo por placer?
Creo que es fundamental saber cuáles son las causas del abandono deportivo o también denominado “atleta quemado” para poder encontrar soluciones a este problema y no quedarnos “rumiando” el problema mismo.
Los autores Daniel Goul y Linda Petlichkoff enumeran algunas motivaciones para el abandono como también para la participación, entre las motivaciones superficiales (lo que dicen los niños) se encuentran:
LAS PERSONALES
- Otros intereses
- Falta de diversión
- Falta de mejoría en las habilidades motrices
LAS DE SITUACION
- Énfasis en un programa de entrenamiento muy serio (sin lugar para la diversión)
Dentro de las motivaciones para la participación se encuentran :
- Diversión
- Logros (ganar)
- Mejora de las habilidades técnico, tácticas y físicas
- Tiempo para jugar
En relación a las soluciones y propuestas para lograr un mayor interés en el alumno, nos dicen los autores citados anteriormente:
“Los excelentes métodos para descubrir las motivaciones individuales de los deportistas juveniles involucran discusiones individuales, el desarrollo de una buena capacidad de escuchar, y la observación.”
En definitiva, si los que estamos enseñando fútbol o involucrados de una u otra manera en este deporte, ofrecemos espacios para el diálogo, el compromiso y la solución de problemas lograremos un menor abandono del este hermoso deporte en los jóvenes, además podremos ayudar a que los deportistas profesionales cuando se retiren encuentren el placer de jugar al fútbol más allá de los logros, en forma recreativa y para mejorar su salud psicofísica.
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