Hay que tener en cuenta que en un entrenamiento infantil de fútbol, al igual que en otros deportes, se puede tener una exigencia física, puesto que los niños en edad infantil empiezan a tener un desarrollo físico definido, pudiendo aumentar el ritmo en algunos entrenamientos, pero nunca realizar un entrenamiento físico específico, y siempre con balón y en situaciones de juego real.
La preparación física es una parte de la preparación integral del futbolista, que a partir de la etapa infantil debe tener un tratamiento diferenciado de los otros ámbitos de preparación y un seguimiento específico. En la etapa infantil en la que el jugador como tal está en período de construcción, una adecuada formación en este aspecto le será de gran ayuda en su desarrollo como futbolista.
La preparación física con niños y niñas de edad infantil, como en todas las categorías, debe de ser acorde con las características del grupo humano con el que vayamos a trabajar. Si todos los grupos son en cierta medida heterogéneos en esta fase de 12 a 14 años es mucho más difícil generalizar, ya que estamos en plena etapa puberal y las diferencias en cuanto a desarrollo suelen ser significativas (por ejemplo entre chicos y chicas, ya que en estas últimas el ciclo de desarrollo biológico se produce antes que en los chicos).
De todas formas, podemos presentar una serie de principios generales en lo relativo a la preparación física que pueden servir para todo el ciclo.
1.- Generales:
- Un reconocimiento médico que determine que no existen contraindicaciones para que el jugador pueda practicar deporte sin inconvenientes debe ser un aspecto incuestionable y fundamental. Desde el punto de vista de la preparación física un reconocimiento nos permitirá conocer en líneas generales los niveles básicos de partida, lo cual resultará de gran ayuda a la hora de programar y evaluar la progresión de cada futbolista. A modo de orientación deben constar en un reconocimiento médico básico: antropometría, electrocardiograma en reposo, espirometría, auscultación y una historia Clínica.
- Cargas de trabajo de baja o media-baja intensidad.
- Etapa adecuada para los trabajos de flexibilidad y coordinación
- Fuerza, resistencia y velocidad con cargas bajas y amplios periodos de recuperación.
- Desaconsejado el trabajo de potencia.
- Se puede trabajar con pesas, pero con precaución, recomendando la supervisión de un especialista.
2.- Trabajo de fuerza:
La fuerza es una cualidad que NO debemos trabajar específicamente en categorías como pre benjamines, benjamines o alevines. Si bien es cierto que, por supuesto, al realizar ejercicios con otro fin incidiremos sobre ella aunque será indirectamente. Y es que existen acciones propias del fútbol que harán que la trabajemos, como los lanzamientos a puerta o los desplazamientos (fuerza explosiva) entre otros.
En cambio, en infantiles SÍ que podemos comenzar a trabajar de forma específica la fuerza compensatoria (que es el trabajo de desarrollo de aquellos grupos musculares “más olvidados” en el fútbol como pueden ser los abdominales, los lumbares, los isquiotibiales o el tren superior y que nos permitirá lograr una compensación o equilibrio del desarrollo muscular) y la fuerza resistencia (que es la capacidad que tiene el músculo para contraerse el mayor tiempo posible superando una resistencia) a través de métodos como el circuit training pero con ejercicios que sean de carga leve o media.
Consideraciones al trabajar la fuerza en infantiles:
- El trabajo de la fuerza ha de excluir el riesgo de lesiones.
- Ha de servir para una formación general y armónica.
- Debe realizarse de forma variada y atractiva.
- Cuidar la higiene postural, es decir, explicar muy bien cómo realizar los ejercicios ya que una mala postura puede producir lesiones indeseadas.
- Pausas adecuadas en el trabajo de las distintas manifestaciones: unos 2-3 minutos en la fuerza explosiva y unos 30 segundos o 1 minuto en la fuerza-resistencia.
- Alternancia en el trabajo de los grupos musculares superiores e inferiores.
- Realizar unas 8-12 repeticiones por serie. Si no pueden, reducir el número de repeticiones.
- Nunca debemos considerar al niño como un adulto en pequeño y querer aplicarle el entrenamiento de fuerza de los adultos.
- Para mejorar la fuerza no basta con repetir los estímulos cada cierto tiempo sino que hay que aumentar la resistencia poco a poco.
- La fuerza se puede mejorar aumentando la carga (fuerza máxima), aumentando el número de repeticiones (fuerza-resistencia) o aumentando la velocidad de ejecución (fuerza explosiva).
- Sobre todo incidiremos en la fuerza de construcción o compensatoria y en la fuerza-resistencia.
3.- Trabajo de resistencia:
En categoría infantil el trabajo de la resistencia puede ser más profundo y rico. Podemos incluir ya métodos de trabajo de mayor duración pero sin sobrepasar las 140 – 150 pulsaciones por minuto. El agotamiento aparece antes en estas edades y la capacidad para soportarlo aún no está demasiado desarrollada.
Consideraciones al trabajar la resistencia en infantiles:
- Controlar el ritmo de ejecución a través de la frecuencia cardiaca no debiendo superar los 170-175 latidos por minuto.
- Lo ideal es trabajar, de forma general, entre 140-170 latidos por minuto.
- Fundamental el predominio de trabajo aeróbico sobre el anaeróbico por aspectos de salud y por las características de los jugadores.
- Buscar ejercicios motivantes y divertidos ya que el trabajo de la resistencia puede ser monótono y aburrido (intentar trabajar con el balón).
- En el trabajo aeróbico debemos primar el volumen sobre la intensidad.
- Se debe enseñar a los jugadores cómo pueden controlarse las pulsaciones.
- Respetar el ritmo de trabajo de cada jugador (principio de la individualización).
- Tener claro que la resistencia no se mejora en un día.
- Las recuperaciones deben ser suficientemente amplias.
4.- Trabajo de velocidad:
En categoría infantil continuaremos con el trabajo de velocidad de reacción y, además, podemos introducir el trabajo de velocidad gestual o acíclica. Es un buen momento para empezar a trabajar la velocidad de desplazamiento o cíclica pero en tramos cortos.
Consideraciones al trabajar la velocidad en infantiles:
- Realizar los movimientos a máxima velocidad.
- Planificar una recuperación amplia, completa y prolongada entre los ejercicios.
- “Pocas” repeticiones.
- Distancias cortas, no más allá de los 6 segundos.
- Realizar un buen calentamiento, largo y adecuado.
- Tratar de motivar antes de ejecutar.
- Si es posible que el trabajo de velocidad esté ligado a la técnica del gesto.
- El trabajo de velocidad lo realizaremos en el inicio de la parte central de la sesión ya que si lo hacemos más adelante la fatiga podría interferir negativamente.
- Adecuarlo a la fuerza y capacidades de cada jugador.
5.- Trabajo de flexibilidad:
La flexibilidad es la única capacidad física básica que involuciona desde que nacemos, es decir, disminuye desde que nacemos. De hecho sobre los 20 – 22 años poseemos solamente en torno al 75% del nivel inicial.
Por ello es una capacidad que debemos trabajar en cualquier edad, desde pre benjamines y hasta la edad adulta. Lo importante es intentar que esa disminución que se produce de forma natural sea lo más lenta posible. Por tanto, la trabajamos con la finalidad de que disminuya lo menos posible.
Los movimientos activos libres (que se dan gracias a la contracción de la musculatura agonista del movimiento que provocará el estiramiento del antagonista) y los movimientos pasivos relajados o libres (la musculatura no se contrae y el movimiento se da gracias a la fuerza de la gravedad o el propio peso) son los más adecuados en la categoría infantil.
Los movimientos pasivos forzados o asistidos (tampoco hay contracción muscular pero el movimiento se da por una ayuda externa como puede ser un compañero) no son aconsejables en estas edades.
Los movimientos activos asistidos (a la contracción agonista se suma una ayuda externa para que la elongación sea mayor) están desaconsejados totalmente en estas edades.
Consideraciones al trabajar la flexibilidad en infantiles:
- Cuando el estiramiento es estático se debe mantener un mínimo de 6 segundos y hasta unos 15-30 segundos.
- Los ejercicios de flexibilidad se pueden efectuar en cualquier momento de la sesión aunque lo más normal es realizarlos en el calentamiento o la vuelta a la calma.
- El orden de trabajo de las distintas articulaciones no influye en el desarrollo, cuando establecemos un orden es para que no se nos olvide ningún grupo muscular.
- Los grupos musculares a estirar deben estar completamente relajados.
- Todos los ejercicios deben realizarse sin dolor, con tensión moderada y con una respiración lenta y tranquila.
- Es importante tener muy claro que estamos ante la cualidad más importante para nuestros jugadores ya que nos permite mejorar la condición física, la capacidad de relajación, el control postural y el esquema corporal.
6.- Trabajo de las cualidades motrices: coordinación y equilibrio:
Las cualidades motrices son las capacidades que permiten organizar y regular el movimiento. En realidad son aquellas que permiten que el movimiento sea dinámico, fluido, rítmico, preciso y armónico.
La coordinación es la capacidad de regular en un movimiento la acción muscular y nerviosa sincronizando lo pensado con lo ejecutado. Al decir que una persona es coordinada nos referimos a que sus movimientos son hábiles, armónicos, rítmicos, fluidos, elegantes.
Cualquier movimiento coordinado debe reunir una serie de características como son: que sea exitoso, que gaste poca energía, que no requiera de mucha concentración y que dé la impresión de facilidad y seguridad en la ejecución.
El equilibrio es la capacidad de controlar el propio cuerpo en el espacio manteniendo el centro de gravedad dentro de la base de sustentación.
El equilibrio tiene una gran importancia en TODAS las acciones deportivas ya que mejora la coordinación, el rendimiento físico-deportivo, el esquema y control corporal y disminuye la posibilidad de sufrir lesiones por caídas.
Las cualidades motrices (coordinación y equilibrio) podemos y debemos trabajarlas en cualquier edad, nunca podemos decir que las hemos desarrollado a la perfección, siempre pueden mejorarse en algún aspecto. Da igual la edad que tengamos, siempre se podrán mejorar.
El cómo trabajarlas es el punto más importante que debemos conocer ya que son cualidades fundamentales y la edad alevín e infantil es la ideal y las más propicia para hacer hincapié sobre ellas.
Consideraciones al trabajar la coordinación y el equilibrio en infantiles:
El punto más importante para trabajarlas es la VARIABILIDAD:
- De percepción (deberemos variar las condiciones del entorno, el tipo de estímulos, el número de estímulos, la duración de los estímulos, etc.).
- De decisión (deberemos variar la importancia de la decisión, las posibles respuestas, el tiempo para decidir, etc.).
- De ejecución (deberemos variar la lateralidad, el número de miembros que participan, las posiciones corporales, la velocidad de ejecución, el ritmo de ejecución, la oposición, etc.).
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