Autocrítica de un fisio: LA MOTIVACIÓN

Esta entrada está destinada a la autocrítica, ese sano ejercicio que con tan poca frecuencia practicamos.

Un ejemplo de un fisioterapeuta para demostrar lo importante que es para el futbolista la motivación, recuerdo un reportaje de Informe Robinson en el canal + de la Selección Española en el mundial, y me marcó mucho el trabajo psicológico que tuvo el fisioterapeuta de la Selección con Andrés Iniesta para sacarlo de la lesión y llevarlo a su mejor nivel, y gracias a esto llevarnos a ganar el mundial en gran parte por él y por su puesto por su gol, busquen este reportaje por internet que no tiene desperdicio.

Tres pacientes están en la sala de Fisioterapia realizando simultáneamente el mismo ejercicio. Una sentadilla bipodal. Me acerco y les realizo exactamente la misma pregunta a los tres: ¿Qué estás haciendo?

Respuestas:

• Paciente 1: lo que mi Fisio me mandó
• Paciente 2: trabajando mis cuadriceps
• Paciente 3: estoy trabajando para recuperarme de un problema que tengo en la rodilla, así podré recuperar la vida que llevaba antes

Tres sencillas respuestas, pero de interesante contenido, evidentemente hay claras diferencias de actitud entre estos pacientes. Te doy a elegir ¿a cuál prefieres tratar?

Lo que necesitan los pacientes 1 y 2 es algo llamado motivación. Los Fisios deberíamos ser auténticos especialistas en este campo. Vamos a analizar el por qué.

La palabra motivación deriva del latín motivus, que significa «causa del movimiento». Es decir, sin motivación no hay movimiento, no hay impulso que lo genere. Recordemos que los Fisios somos los terapeutas del movimiento.

Motivación: Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia. Sin motivación puede haber movimiento pero este será insconciente, desinteresado y con patrones inadecuados. Los estudios demuestran que un mismo movimiento con objetivos diferentes activa áreas cerebral distintas. Es decir, la flexoestensión del dedo índice activa un área cerebral determinada, pero si pedimos ese mismo movimiento enmarcado en una tarea, por ejemplo palpar una superficie con el dedo índice, se activan áreas cerebrales diferentes al primer caso. Esto es terapéuticamente muy interesante…

La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta hacia metas y objetivos hasta conseguirlos. Es decir, sin motivación no se consigue el objetivo y sin objetivos el paciente no se motiva.

Motivo: Que mueve o tiene eficacia o virtud para mover o variable que desde el interior del organismo nos impulsa a la acción. Demósle al paciente un motivo para moverse

Incentivo: Factor externo que provoca la realización de un comportamiento. Incentivemos al paciente

¿Que debemos ofrecerle al paciente?

Alcanzar la autonomía y ¿qué es la autonomía? El impulso que dirige nuestras vidas, libertad para tener control sobre lo que hacemos ¿No es una definición preciosa?

Volvamos a la realidad:

Desmotivación: sentimiento de desesperanza ante los obstáculos (dolor, disfunción del movimiento, pérdida de la función…), o como un estado de angustia y pérdida de entusiasmo, disposición o energía. Autopercepción de incapacidad, no real, imaginada, lo cual produce cambios no deseados en la red neuronal. ¿¿Quizás dolor sin daño tisular?

¿Qué debemos hacer para motivar a nuestros pacientes?

La definición de estándares, metas y objetivos, que deben responder a estimaciones reales. Se trata de definir exigencias alcanzables pero con esfuerzo.

Las metas pueden tener varias funciones (Locke y Latham, 1985):

- Centran la atención y la acción estando más atentos a la tarea.

- Movilizan la energía y el esfuerzo.

- Aumentan la persistencia.

- Ayuda a la elaboración de estrategias.

Para que la fijación de metas realmente sean útiles deben ser: especificas, difíciles y desafiantes, pero posibles de lograr. Además existe un elemento importante el feedback, la persona necesita feedback para poder potenciar al máximo los logros (Becker, 1978).

Si motivamos al paciente no solo trabajará su cuerpo, también su mente, desarrolaremos su cuerpo virtual.

Una de las causas más importantes de fracaso del tratamiento fisioterápico es la falta de adherencia, la cual está es ocasionada en muchas ocasiones por la falta de motivación.

Es hora de ocuparse de este problema ya seas fisioterapeuta de un equipo, entrenador, 2º entrenador o alguna persona que esté en este mundo, asesórate, consulta a los psicólogos, deriva si es necesario, pero motiva.